Como arquitectos, en los planos de arquitectura manejamos un lenguaje y entendemos que a muchos usuarios se les hace muy difícil familiarizarse con algunos términos o espacios, por lo tanto la realidad virtual trajo consigo la posibilidad de que podamos mostrarles cada rincón de lo que será el futuro apartamento y permitirles, por ejemplo, vivir la experiencia de estar en los balcones, examinar espacios comunes, recorrerlos e incluso conocer la zona, edificios o plazas cercanas.
A partir de la realidad virtual inmersiva podemos lograr que cualquier persona comprenda, como nunca antes, la espacialidad y aspectos fundamentales para el consumidor, facilitando la decisión de compra.
Con las nuevas tecnologías pueden interactuar a la vez los arquitectos, desarrolladores, inversores, usuarios finales y constructores. Los procesos se mejoran porque la realidad virtual permite anticiparse y genera una comunicación fluida entre los actores del proyecto.
Navegar en el metaverso
“Nos estamos imaginando que en el futuro podemos entregar una llave virtual de la unidad, de manera que puedan sumar equipamiento disponible en el mercado y en dicha realidad. También proyectamos que hayan avatares, representación de las personas reales, como ya existe en los universos de Facebook, y por lo tanto nos imaginamos que un asesor comercial puede encontrarse con un cliente en ese metaverso y mostrarle una unidad equipada. A partir de allí puede hacerle vivir experiencias como mostrarle una parrilla, que pueda subir un ascensor, recorrer una habitación y todo esto sin tener que estar físicamente ahí. Con esta posibilidad una persona interesada en comprar una unidad podría verla desde su oficina o hasta en otro país”, dijo Fabián Kopel.