Una inmensa casona de época ubicada en Puntas de Santiago 1538 que data del año 1939 pasó a ser nuestra nueva oficina. Su estilo colonial, típico del Barrio de Carrasco, la convierten en un lugar distinto donde trabajar con un amplio espacio verde que le da un aire diferente a sus amplias y confortables oficinas. Diseños modernos y mezcla de decoración minimalista y arquitectónica del siglo pasado, forman parte de la decoración de los espacios.
En Kopel Sánchez el objetivo está puesto en generar espacios de identidad entre las personas que trabajan a diario en las oficinas para que sientan cada sector de la casa como propio. “Después de la pandemia sentimos que teníamos que ampliar nuestras oficinas. Los sectores de reuniones debían ser más amplios y los días de trabajo en nuestros hogares habían modificado la dinámica laboral. Fue todo un desafío la renovación de la casa pensando en este concepto; lograr que cada espacio mantenga el espíritu de la casa pero con espacios adaptados a oficinas para todos los integrantes”.
“Elegimos este lugar porque, además de estar cerca de la oficina anterior y de gustarnos el barrio, nos parecía que contaba con mucho potencial para rediseñar sus interiores y nos permitía jugar con ideas innovadoras. A su vez, todo el espacio verde con el que contamos en el fondo le da una calidez al trabajo y un ambiente más familiar”, explican los arquitectos.
La casona cuenta con 389 m2 construidos, 100 m2 techados y 78 m2 de terrazas. El toque más moderno se lo da la tecnología que no puede quedar atrás en cada proyecto que intervenimos. Sus puertas de acceso, portones vehiculares, iluminación, calefacción, aire acondicionado y alarmas, todas tiene una app desde la cual todo el equipo puede manipularlas. La casa se divide en dos, su planta baja cuenta con una oficina de reuniones principal y otra más pequeña. La oficina de marketing y comunicación, parte del área de comercial y renderizado ocupan una gran sector, pegado a la cocina con un gran estilo moderno cuyos ventanales permiten la vista al verde fondo y acceso directo al jardín.
En planta alta, se ubican las oficinas administrativas y del equipo de arquitectos, como así también un espacio de reuniones, todos ellos mantienen los techos altos de la casa original y los ventanales con vista al parque. “Si bien los sectores están asignados para que cada uno pueda tener su escritorio y espacio de trabajo, la idea es que todos podamos sentarnos donde nos sentamos cómodos y trasladarnos con nuestras computadoras según el día”, comentan Fabián Kopel y Sebastián Sánchez. Uno de los espacios más destacados de la casa se lo lleva la pulpería, “Se decidió mantener un ambiente en el fondo de la casa al que llamamos La Pulpería. Tiene un espacio de playroom y una barbacoa que es utilizada para eventos, encuentros de equipo y, muy especialmente, los viernes con el asado de los mediodías”.
Sin dudas, la reconstrucción buscó mantener lo clásico de la casona con lo contemporáneo de lo que las nuevas modalidades de trabajo nos imponen. Nuevas formas de habitar los ambientes de trabajo como de nuestros hogares. En ningún momento se pensó en sacarle la historia a la propiedad y siempre fue primordial conservar su fachada y lograr su puesta en valor para mantener la identidad del barrio en el que se encuentra. En un momento de tanta incertidumbre y en medio de un nuevo paradigma sobre las formas de trabajar, desde el estudio Kopel Sánchez buscamos continuar con nuestro crecimiento, ahora con una nueva estructura y espacio para habitar desde nosotros mismos.